Entre los ejemplos más comunes se encuentran los alimentos, la ropa, la vivienda, el transporte y otros.

Podemos describir a los bienes económicos como aquellos recursos escasos que son susceptibles de ser utilizados para satisfacer nuestras necesidades y nuestros deseos. Se diferencian de los bienes libres, que son aquellos que se encuentran en la naturaleza en abundancia y que no tienen un costo o un precio asociado a su producción.

Una de las formas más comunes de clasificación es según su durabilidad o vida útil. Así, se pueden distinguir entre bienes de consumo duradero, como un automóvil o una lavadora, y bienes de consumo no duradero, como alimentos o productos de higiene personal.

Otra forma de clasificación es según su relación con la producción de otros bienes. En este sentido, se pueden distinguir entre bienes de capital, que son aquellos utilizados para producir otros bienes, como una máquina herramienta, y bienes de consumo, que son aquellos utilizados directamente para satisfacer necesidades humanas.

También es importante destacar que los bienes económicos pueden ser tangibles o intangibles. Por ejemplo, una obra de arte es un bien intangible, mientras que un coche es un bien tangible.

Entre los ejemplos más comunes de bienes económicos se encuentran los alimentos, la ropa, los electrodomésticos, la vivienda, el transporte, la educación, la salud, los servicios financieros, entre otros.

En conclusión y como mencionamos al principio, los bienes económicos son aquellos recursos escasos que utilizamos para satisfacer necesidades y deseos.