En este blog daremos un pantallazo sobre lo que son las finanzas verdes y como funcionan.

Comencemos con las finanzas, que no son otra cosa que la administración y la obtención del dinero, ya sea en el campo personal, en el empresarial o incluso a un nivel nacional, de hecho, los tres forman las grandes ramas de las finanzas: las finanzas personales, las finanzas corporativas y las finanzas públicas. 

Y si bien más arriba sólo mencionamos la administración y la obtención del dinero, la realidad es que dentro de ellas existe un mundo de actividades que se tienen que cumplir; tareas legales, tareas fiscales, monetarias y otras más.

Una vez clara la función de las finanzas, hablemos de lo que son las finanzas sostenibles, éstas hacen referencia al manejo de capitales que tienen relación o tienen en cuenta el desarrollo sostenible, es decir, inversiones que pueden estar orientadas en un 100% a iniciativas ambientales, o bien inversiones que tengan en cuenta su impacto en el medio ambiente. 

De manera resumida, es el manejo del dinero pero con un enfoque ético en cuanto a su impacto en el planeta.

Algo bueno es que las opciones sostenibles van creciendo con fuerza en el mundo financiero, y eso es importante, porque al tener una sociedad con operaciones y transacciones en base al dinero, es fundamental que se vayan implementando inversiones que cuiden nuestro medio ambiente. 

Todo esto es gracias a un cambio general en cuanto a la visión sobre el mundo inversionista, ya no solo importan las altas tasas de retorno o los bajos riesgos, ahora el impacto en lo social, el impacto en la naturaleza como la huella de carbono, son indicadores que ya se tienen en cuenta a la hora de configurar un proyecto.

Son justamente éstas las tres aristas para un proyecto sostenible, lo medioambiental, lo social y lo económico.

Y dentro de las finanzas sostenibles, podemos encontrar a las finanzas verdes, cuya principal cualidad es que éstas, están enfocadas al financiamiento de proyectos medioambientales, como ejemplo podemos citar a los bonos verdes, que son instrumentos de deuda, pero solo empleables por organizaciones sean públicas o privadas que se dediquen o busquen la mejora de algún problema medioambiental, por ejemplo, empresas de limpieza de cauces hídricos, empresas de reforestación y otras más. 

Y además de los bonos, existen otro tipo de opciones de inversión dentro de la categoría verde, como son los fondos medioambientales. ¿Pero y tú, tendrías en cuenta los indicadores ambientales?