Las deudas se clasifican en buenas o malas, se dividen dependiendo del propósito y el impacto que tengan.

Éstas pueden ayudar a comprar una casa u otro bien importante, pagar capacitaciones, estudios, recursos para aumentar alguna producción, etc. Por otro lado, las deudas malas son aquellas que no generan ningún beneficio financiero a largo plazo y que por lo general son bienes de consumo inmediato. 

Estas deudas son muy costosas y pueden conducir a una situación de endeudamiento excesivo, pero es importante entender que la deuda es una parte normal de la economía. La mayoría de las personas tienen algún tipo de deuda a largo plazo, como una hipoteca o préstamo para estudios, pero como mencionamos, éstas son deudas buenas, ya que nos ayudan a construir un patrimonio a largo plazo. En cambio, deudas como las de las tarjetas de crédito u otros préstamos de alto interés, pueden, además de ser costosas, llevar a la situación de endeudamiento constante.

Es importante que las personas tomen decisiones financieras responsables cuando se trata de deudas. Antes de tomar un préstamo, se debe considerar cuidadosamente si realmente se necesita el dinero y si puede pagarlo.

Además, hay muchas formas de reducir los costos de la deuda. Por ejemplo, algunas personas eligen refinanciar sus préstamos para obtener una tasa de interés más baja, otras eligen consolidar sus préstamos para reducir los costos de administración. Para evitar la situación de endeudamiento excesivo, es importante que las personas ahorren para los gastos inesperados. 

Además, es recomendable tener un presupuesto y hacer un seguimiento de los gastos para asegurarse de que se pueden pagar los préstamos a tiempo. Finalmente, es importante recordar que, si bien las deudas son una parte normal de la economía, hay que estar siempre atento para tomar decisiones financieras responsables.