¿De qué se trata la regla del 50/30/20?

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Más Money | 28/04/22, 10:02 a.m.

La regla del 50-30-20 es una regla de ahorro y de consumo que propone distribuir los ingresos en tres apartados en función de su destino: gastos básicos, gastos personales y ahorro. De esta forma, es posible mantener un orden en tus finanzas.

La regla del 50-30-20 fue propuesta, por primera vez, por la jurista y senadora americana Elizabeth Warren y su hija, la consultora y empresaria Amelia Warren Tyagi en su libro All Your Worth: The Ultimate Lifetime Money Plan.

La filosofía de la regla se basa en el principio de que, para conseguir el nivel de vida que queremos, es necesario mantener el dinero bajo control. Y, para conseguirlo, debemos compartimentar los destinos de nuestros ingresos de forma equilibrada entre lo que debemos hacer todos los meses, lo que nos apetece o los que necesitamos hacer con la obligada visión hacia el futuro.

Un 50% de los ingresos dedicado a los gastos básicos

Una proporción suficiente de nuestra renta mensual debería dedicarse a los gastos básicos. Estos gastos son los que se repiten mes tras mes o año tras año como por ejemplo:

  • El alquiler
  • La comida
  • Los productos de aseo personal
  • La limpieza del hogar
  • La electricidad
  • El agua
  • El internet
  • Impuestos
  • Otros. 

​​Dedicar un 30% a otros gastos

Podríamos gastar un 30% en aquello que sea deseo, como: gastos de ocio, salidas, adquirir algo de calidad superior, etc. Como los deseos están sujetos a muchas variaciones, es posible que en algunos momentos no lleguemos a gastar esa proporción del presupuesto, porque no ansiamos nada especial. 

El 20% restante se dedicaría al ahorro

El ahorro es el vínculo de nuestro presupuesto con el futuro. Una vez hayamos obtenido el equilibrio de los gastos que se realizan en el presente, gracias a la satisfacción de las necesidades básicas y los deseos personales, ya podemos dedicar con tranquilidad el resto al ahorro. 

Para que la regla 50-30-20 funcione adecuadamente es importante ser realistas al delimitar lo que consideramos necesario. Hay que vincularlo a nuestras posibilidades materiales. Por ejemplo, gastar en alquiler es muy importante, pero el monto total del gasto debe relacionarse con nuestros ingresos. Es decir, por muy necesaria que sea, no podemos costear un alquiler por encima de nuestras posibilidades.

La regla del 50-30-20 funciona cuando somos capaces de conocernos mejor, de saber qué entra dentro de nuestras posibilidades y, dentro de ellas, qué es imprescindible y qué es deseable.

Fuente: BBVA, España. 

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