Lograr un bienestar financiero con buenas prácticas

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Más Money | 10/02/22, 10:01 p.m.

El bienestar financiero abarca cuatro áreas clave: la seguridad para pagar sus facturas fijas, un plan para costos inesperados, libertad de elección sobre cómo gastar y perseguir los objetivos financieros a largo plazo. Tu éxito en lograr el bienestar financiero puede verse influenciado por una variedad de factores, incluidas tus actitudes hacia el dinero, la toma de decisiones y el comportamiento.

Al tomarte un tiempo para administrar tus financieras, podes comenzar a desarrollar buenos hábitos de dinero que pueden pagar dividendos con el tiempo. Elaborar una lista de verificación semanal de autocuidado financiero puede ayudarte a mantenerte enfocado y encaminado mientras buscas el bienestar financiero.

Haz un inventario de tus finanzas

El primer elemento de la lista de verificación financiera es uno que no puedes omitir si estás comprometido a promover una mejor salud financiera . Una vez que sepas dónde comienzan, podes trabajar para ajustar tu plan para lograr el bienestar a largo plazo en lo que respecta a tu dinero.

Hacer un balance de tu situación monetaria comienza con hacer las preguntas correctas y revisar las cosas correctas. Tu presupuesto es un gran lugar para comenzar.

Por ejemplo, estas son algunas de las preguntas más importantes que tenes que hacerte al realizar un inventario de dónde viene y adónde va tu dinero: 

¿Cuánto dinero ingresa cada mes?

¿Es ese ingreso constante mes a mes?

¿Cómo asignaa el dinero a tus facturas?

¿Cuáles son tus facturas mensuales recurrentes? 

¿Estás gastando de más en alguna categoría?

¿Cuánto de tu presupuesto se destina al pago de la deuda?

¿Estáa incluyendo el ahorro como una línea de pedido en su presupuesto?

Si tienes ingresos irregulares porque tenes un negocio o trabajas por cuenta propia, calculá tu ingreso promedio de los últimos 12 meses. Utilizá esa cantidad como referencia para compararla con sus gastos mensuales.

Vuelve a ajustarte al presupuesto

Los presupuestos no están necesariamente escritos en piedra. Si bien tus ingresos pueden permanecer relativamente constantes mes a mes, es posible que gastes más o menos en diferentes momentos. Graficar tus gastos en una hoja de cálculo de presupuesto puede facilitar la detección de patrones en tus gastos. 

Una vez que hayas creado tu hoja de cálculo de presupuesto, analiza para determinar en qué podes estar desperdiciando dinero cada mes y dónde podes permitirte el lujo de recortar. Por ejemplo, algunas cosas más obvias para reducir o eliminar pueden ser:

  • Membresías recurrentes que en realidad no necesitas (por ejemplo, el gimnasio)
  • Entretenimiento y recreación
  • Cualquier cosa que no sea una necesidad, como productos electrónicos, ropa, cenas fuera, etc.

Más allá de esos gastos, también tienes que buscar otras oportunidades para practicar el autocuidado financiero recortando tu presupuesto. 

Construí un fondo de emergencia

Los fondos de emergencia pueden ayudarte financieramente si te encuentras con un gasto no planificado o una situación financiera que no esperabas.

Por ejemplo, si te despiden del trabajo o te enfermas y no podes trabajar, un fondo de emergencia puede ayudarte a cubrir las facturas hasta que las cosas vuelvan a la normalidad. También podes utilizar los ahorros de emergencia para pagar cosas como facturas del veterinario, reparaciones del auto u otros gastos críticos que no esperabas.

Una forma efectiva de ahorrar para emergencias es agregando a tu presupuesto como un gasto recurrente. Al tratar los ahorros como una factura que tenes que pagar, podes asegurarte de que tu reserva de emergencia crezca constantemente.

Haz realidad tus metas financieras

Establecer metas financieras es otro aspecto importante del cuidado personal cuando se trata de tu dinero. Mucho de lo que está incluido en tu lista de verificación financiera afecta tu situación financiera en este momento, pero también tenes que tener en mente el futuro.

Hacete la pregunta de cuáles son tus objetivos financieros específicos. Puede ser algo simple, como tomarte unas vacaciones solo o comprar un auto nuevo, o algo más grande, como comprar una casa. Mientras haz una lluvia de ideas sobre los objetivos, crea una hoja de ruta para lograrlos.

La clave es hacer que tus objetivos sean específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un límite de tiempo. Y además de eso, asegurate de realizar un seguimiento de tu progreso semanal, mensual y anual para ver dónde puede necesitar ajustar tus planes.

Fuente: The balance

 

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